En la industria alimentaria, la sílice puede resolver fundamentalmente la aglomeración causada por la absorción y compresión de la humedad en los productos, y tiene un efecto de adsorción, lo que la convierte en un excelente promotor de flujo. Se utiliza principalmente para evitar la agregación y la formación de grumos de alimentos en polvo, para mantener el flujo libre o para adsorber especias líquidas, aceites, vitaminas, etc., convirtiéndolos en polvo, como aceites en polvo, especias sólidas, vino sólido, etc.