Las películas poliméricas son propensas a adherirse debido a las fuerzas moleculares en cadena, lo que afecta a su producción y uso. Añadiendo sílice Bangkai como agente antibloqueo al masterbatch o durante el proceso de fusión, se puede formar una estructura cóncavo-convexa a escala micrométrica en la superficie de la película, lo que reduce las fuerzas intermoleculares y mejora notablemente la liberación y la facilidad de uso de la película.